¿Recuerda usted el primer diente de su hijo y cómo cambió su sonrisa? Los dientes de leche también nos recuerdan comenzar las buenas costumbres de salud dental. El cuidado de los primeros dientes es tan importante como limpiarle la cara o la nariz a un bebé. Los dientes limpios son dientes sanos, ya que impiden que la placa dental se acumule y cause las caries. Los padres y madres pueden usar una toallita para bebés para limpiar suavemente el diente nuevo y las encías dos veces al día.

Si su hijo tiene condiciones de integración sensorial, puede ser que ¡del dicho al hecho hay mucho trecho! Yo tengo memorias de convertir la limpieza de los dientes en un juego de “¿Dónde está el diente?” y “abre la boca, cierra la boca” para ayudar a mi hijo a acostumbrarse a la higiene oral. La Academia Americana de Odontología (American Academy of Dentistry) recomienda que los padres laven suavemente los primeros dientes y, cuando salgan más y se toquen, que empiecen el uso del hilo dental deslizándola con cuidado entre los dientes que están juntos.

¿Cuándo se cambia la toallita por un cepillo de dientes? Si su hijo está acostumbrado a un paño suave, tal vez le resulte cómodo un cepillo suave. Como con todas las cosas nuevas, deje que su niño de 1 o 2 años explore el cepillo y escoja un color y un lugar especial para guardarlo. Use primero el cepillo sin la pasta de dientes.

Está bien dejar que su hijo practique el uso del cepillo. Siempre es buena idea que los padres lo demuestren cepillándose los dientes junto con el niño (y sus hermanos) ante un espejo. Los niños a menudo quieren imitar lo que hacen sus padres y hermanos mayores.

Cuando su hijo esté cómodo con el cepillo y sepa escupir, se puede agregar una cantidad de pasta del tamaño de una arveja. Evite usar demasiada pasta ya que puede ocasionar manchas blancas en los dientes y, por supuesto, ensuciar más. Mientras el niño tenga menos de 3 años, puede ser necesario que usted también cepille los dientes de su niño para que queden limpios.

A mi hijo no le gustaba su cepillo de dientes ni la sensación de cepillarlos, así que traté de hacer la experiencia lo más agradable posible. Lo ayudaba a cepillarse los dientes mientras se bañaba en la tina, lo que le gustaba mucho. Si no había tiempo para un baño, se sentaba de espaldas en mi regazo, jugábamos a abrir y cerrar la boca y nos inventábamos canciones tontillas. Yo suavemente encerraba los brazos de mi hijo con los míos y le inclinaba la cabeza hacia atrás para cepillarle los dientes.

Mi dentista pediátrica me había mostrado esta estrategia, y también me sugirió seguir las limpiezas exitosas con algo divertido (¡pero nada dulce!). Hasta leí con mi hijo libros para niños que trataban de visitas al dentista y el cepillado de los dientes.

Cepillarse los dientes se convirtió en una costumbre ya que lo hacíamos cada mañana y cada tarde. Yo ponía un reloj para animar a mi hijo a hacerlo. Poco a poco íbamos aumentando el tiempo a un minuto y, al llegar los años preescolares, a dos.

¿Cuándo hacer la primera visita al dentista? La Academia de Odontología recomienda que la primera cita sea para la edad de 2 años, aunque algunos dentistas recomiendan que sea cuando el niño tiene solamente uno. También aconsejan encontrar a un dentista y un consultorio accesibles para niños. Nuestro dentista tenía asientos de tamaño infantil, juguetes interesantes y una sala de espera agradable. Me invitaban a sentarme al lado de mi hijo durante las limpiezas y revisiones dentales para animarlo y apoyarlo. Le gustaba al niño recibir premios pequeños por la cooperación, como lápices o pegatinas, y la higienista amigable le caía bien. Cuando él no quería cooperar, también tenían un plan B: podía volver al salón de juego por 5 minutos más y luego intentarlo otra vez, o volver más tarde en la semana.

Para preparar un camino positivo para visitas al dentista, usted tal vez quiera programar una pre-visita a su dentista (antes de la primera cita) para presentarse, echar una mirada al consultorio, probar la silla y ver las herramientas. Otra manera de prepararse para la primera visita es observar la visita de un hermano mayor o hasta uno de los padres. Nuestro dentista servía a todos los niños pequeños y sabía trabajar bien con niños que tenían necesidades especiales, sean médicas o de desarrollo. Lo que más recuerdo era lo paciente que era y la acogida que él y su personal siempre le daban a mi hijo.

Susan Fowler Susan Fowler

La Dra. Susan Fowler es profesora jubilada de educación especial en la Universidad de Illinois. La Profesora Fowler hizo el doctorado en sicología infantil y del desarrollo y fue una de los pioneros en los ámbitos de educación especial infantil y discapacidades del desarrollo. También es la madre de un joven con características excepcionales.

(Biografía actualizada en 2022)

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