El aliento emocional puede ayudar a los niños a sentirse bien acerca de sí mismos y desarrollar la confianza en sí mismos también. Pero se puede hacer este aliento de manera exagerada y provocar demasiada dependencia infantil de la aprobación adulta. Las palabras positivas comunican la apreciación sin dar la impresión de ser alabanzas vacías. Las palabras alentadoras invitan a los niños a reconocer que ellos son los responsables de sus propios esfuerzos. Presentamos a continuación unos consejos sobre cómo alentar a su hijo.

mothere and young child

Tome nota de hechos buenos específicos, y coméntelos.

  • Cuente a su hija del amor que usted le tiene y lo maravillosa que es. Dele ánimo acerca de hechos y destrezas específicos. En vez de decirle, “¡Qué buena niña eres!”, procure decirle, “Guardaste tu libro en la estantería”. Su hija entenderá que su propia acción fue provechosa.
  • Preste atención a las cosas que su hijo hace bien. Por ejemplo, si suele dar empujones hasta llegar a la frente de la fila pero esta vez se acuerda de esperar, usted podría decirle: “Me alegra que te acordaste de esperar para bajar el resbalón cuando viste a Jasón llegar primero a la escalera,” dándole una sonrisa o un abrazo.
  • Use las palabras para ayudarle a su hijo a darse cuenta de sus propios planteamientos de los problemas. “Vi que María quería jugar otro juego que tú no querías jugar, y le sugeriste que jugaran al que ella quería y después el que tú querías. Me parecía que se divertían juntos.”

Fíjese en los esfuerzos de su hijo y respóndalos.

  • Apoye las buenas intenciones de su hijo. En lugar de decirle, “¡Qué tarjeta más linda! ¡Eres un artista estupendo!”, le podría decir, “A Papi le gustará mucho la tarjeta ‘Espero que te mejores’ que le hiciste”.
  • Invite a su hija a hablar de sus esfuerzos. “Pasaste mucho tiempo trabajando en la tarjeta para Papi. ¿Me la podrías describir?”
  • Responda de manera no verbal. Una sonrisa, un guiño o un chócala le comunica a su hijo que usted se dio cuenta de sus esfuerzos.

Evite los cumplidos que insulten a su hijo o a otros.

  • Use declaraciones de apoyo y ánimo. No es alentador decirle: “No puedo creer que por fin te acordaste de colgar tu abrigo”. Dígale: “Gracias por guardar tu abrigo”.
  • Evite insultar a los demás al animar a un niño. Si usted le dice, “Me ayudas mucho mejor que tu hermano,” esto podría causar la competición y el resentimiento. Diga: “Qué amable de tu parte, lo de cargar la bolsa de tu abuelita”.

El ánimo no es crítico.

  • Las palabras animadoras señalan hechos específicos, pero no evalúan. “Usaste mucha pintura azul para hacer el cielo de tu cuadro”.
  • Las palabras animadoras aprovechan el impulso infantil por aprender. Su hijo aprende que su auto-motivación lleva a nuevas habilidades. Dígale: “Mi observación de ti mientras practicas el subir y bajar el cierre de tu abrigo me dice que te emociona aprender a hacerlo”.

Tanto los niños como los adultos nos sentimos bien cuando se nos dice cosas con sinceridad. “Te quiero”. “Me gustan tus chistes graciosos”. “Estoy tan feliz de que eres mi hijo”.


Publicado

en

por

Etiquetas:

PDF PDF para imprimir
PDF PDF para imprimir
PDF PDF para imprimir
PDF PDF para imprimir
PDF PDF para imprimir
PDF PDF para imprimir
PDF PDF para imprimir
PDF PDF para imprimir