Norma: Los niños demuestran la capacidad de adquirir, almacenar, recordar y aplicar experiencias pasadas.

A partir de las primeras experiencias de la vida, los niños llegan a entender conceptos y categorías básicos, lo que los ayuda a captar el sentido del mundo de su alrededor.1 Los niños empiezan a formar memorias mediante interacciones de todos los días con sus cuidadores y su ambiente.

Antes de desarrollar la permanencia de objetos, los niños llegan a conocer a personas, objetos y acciones. Por ejemplo, un niño vuelve la cabeza hacia una voz conocida y empieza a prever ciertos patrones dentro de sus rutinas, como los de agarrar un biberón, o abrir la boca cuando ve una cuchara. Una vez que los niños adquieren la permanencia de objetos, tienen la capacidad de recordar que personas y objetos todavía existen aún cuando están fuera de vista. La permanencia de objetos permite que los niños se den cuenta de que sus cuidadores se han ido del cuarto, y que hallen objetos escondidos.

Los niños progresan desde prever la función de objetos –por ejemplo, agitando un sonajero esperando que produzca un sonido– hasta prever sus rutinas durante todo el día. Los niños pueden demostrar este entendimiento caminando a su silla después de oír que un cuidador dice: “Ya es hora de merendar”. Los niños también demuestran una conciencia de personas u objetos que no están presentes. Los niños pueden preguntar por sus padres o sus hermanos durante el día cuando se hallan en el cuidado de otros.

A como los 24 meses de edad, los niños tienen la capacidad de recordar cierta secuencia de eventos. Por ejemplo, los niños que asisten a una guardería pueden recordar que cuando se bajan las luces, todos se acuestan en las camillas y escuchan un cuento, en esa secuencia en particular, y que todo esto constituye la siesta. A casi los 36 meses de edad, los niños pueden demostrar ejemplos más complejos de secuencias al comunicarse con otros o participar en el juego de fantasía. Mientras los niños siguen desarrollándose, su capacidad de retener memorias a largo plazo también mejora.

Memorias compartidas

Cuando los niños se acercan a los 36 meses de edad, empiezan a recordar experiencias que les tienen significado emocional. Por ejemplo, los niños pueden recordar una fiesta de cumpleaños o un día especial con su familia, o una experiencia espantosa o traumática. Los niños recuerdan la secuencia de dichos eventos y les pueden comunicar esas experiencias a otros. Los cuidadores pueden animarles a los niños a compartir las memorias al hacerles preguntas que se contestan con más que sí o no, estimularlos a expandir lo que dicen o preguntando sobre los detalles de sus experiencias. Así, no sólo se apoya el desarrollo de la memoria y el lenguaje de los niños, sino también su regulación y expresión de las emociones. En el caso de que un niño cuenta temores y experiencias negativas, se anima el mismo planteamiento sensible. Los cuidadores demuestran la empatía y el entendimiento al validar los sentimientos que los niños expresan al recordar un evento espantoso o traumático y siempre deben seguir adonde el niño quiere ir durante esas conversaciones.

Nacimiento a 9 meses

Los niños empiezan a formar memorias de sus experiencias y empezarán a prever ciertos patrones de ocurrencias.

Indicios para niños incluyen:

  • El niño se vuelve hacia voces, sonidos y/u objetos conocidos
  • Prevé eventos conocidos, por ej., extiende la mano hacia el biberón y lo trae a la boca
  • Encuentra un objeto que está parcialmente escondido
  • Recuerda que objetos y personas todavía existen aun cuando ya no están físicamente presentes, por ej., mira a varias partes buscando a su padre o madre cuando se va del cuarto

Estrategias de interacción:

  • Proveer juguetes y objetos interesantes y apropiados a la edad para la exploración
  • Interactuar y relacionarse con el niño frecuentemente durante el día
  • Esconder juguetes debajo de cobijas y esperar la reacción del niño
  • Jugar juegos como el de esconderse la cara, o jugar con una caja sorpresa

7 meses a 18 meses

Los niños recuerdan a personas, rutinas, acciones, lugares y objetos conocidos.

Indicios para niños incluyen:

  • Halla objetos escondidos, por ej., levanta una cobija para descubrir un juguete después de ver que el cuidador lo escondió
  • Demuestra una conciencia de adultos conocidos que no están presentes, por ej., mientras está en la guardería, pregunta por sus papás a varias horas del día
  • Busca objetos en su ubicación usual, por ej., halla su libro favorito en el estante
  • Prevé el evento que sigue en su rutina diaria, por ej., se sienta para la merienda de la mañana después de una actividad de música

Estrategias de interacción:

  • Jugar con el niño usando varios objetos que puede explorar
  • Fijar rutinas; crear tarjetas con fotos con la rutina del día para que el niño pueda empezar a entender en qué consistirá su día
  • Jugar juegos sencillos que incluyen esconder un juguete en un lugar cercano
  • Responder al niño de manera sensible cuando pregunta por alguien que no está allí, por ej., “Sé que extrañas a tu mami; volverá al poco tiempo para recogerte”.

16 meses a 24 meses

Los niños reconocen y prevén la secuencia de pasos en actividades conocidas.

Indicios para niños incluyen:

  • Recuerda varios pasos en rutinas conocidas y sigue las rutinas con muy poco o nada de indicios de un adulto
  • Recuerda eventos pasados, por ej., un visitante especial o la fiesta de cumpleaños de un amigo
  • Busca objetos en lugares diferentes

Estrategias de interacción:

  • Conversar con el niño sobre experiencias pasadas; hacerle preguntas
  • Avisar al niño cuando va a haber un cambio en la rutina del día
  • Preguntar al niño qué piensa que podría pasar luego al leer un cuento conocido

21 meses a 36 meses

Los niños prevén los pasos de experiencias y actividades, y entienden la secuencia de eventos. Puede ser que también recuerdan y cuentan eventos pasados y aplican el conocimiento de experiencias pasadas a nuevas experiencias.

Indicios para niños incluyen:

  • Cuenta a un adulto lo que pasó en la escuela aquel día
  • Sigue rutinas independientemente sin que se le recuerde lo que sigue en la rutina del día
  • Usa el juego para comunicarse sobre eventos o experiencias, incluyendo la secuencia de eventos que ocurrió, por ej., la fiesta de cumpleaños de un amigo
  • Aplica el conocimiento pasado a nuevas experiencias, por ej., recuerda ver el dentista, y narra la experiencia  haciendo de cuenta que realiza cada paso con un compañero de juego

Estrategias de interacción:

  • Escuchar los cuentos del niño; hacerle preguntas que se pueden contestar con más que sí o no
  • Dar un modelo de las secuencias durante el juego, por ej., “Primero vamos a ponernos estas gorras, luego vamos a ir a la fiesta de té, vamos a tomar té y finalmente volveremos a casa”.
  • Leer un cuento con el niño; preguntarle si puede recordar lo que pasó en cierto momento
  • Animar al niño a crear un cuento acerca de un dibujo que ha hecho

Notas

  1. Stern, Daniel (1985). The interpersonal world of the infant. New York: Basic Books.

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